Naupactus godmanii
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Reconocimiento y biología
El capachito de los frutales en su estado adulto puede medir entre 6 y 10 mm de longitud. Son insectos de cuerpo ovalado y está cubierto por escamas de color uniforme gris a marrón, un par de rayas marrón claro en los lados del protórax y un par de rayas blancas oblicuas en los lados de los élitros. El rostro es levemente cónico, corto, no ensanchado en el ápice y con un surco angosto (Figura 1).
En su desarrollo presenta estados de huevos, larvas, pupas y adultos. Los huevos son similares en cuanto a forma y color a los del burrito de la vid. También son puestos en masas, adheridos a través de secreciones propias de la hembra (Figura 2). Las larvas son ápodas y de forma curvada. Las de menor desarrollo son blancas, tornándose posteriormente amarillas y una vez que alcanzan mayor desarrollo son de color beige, momento en el cual alcanzan a medir hasta 1 cm de largo (Figura 3). Las pupas son del tipo exarata, de la misma forma que en el burrito de la vid (Figura 4).
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Daño
El capachito de los frutales produce daños directos sobre las plantas en cítricos, los que son similares a los producidos por el burrito de la vid. Los adultos se alimentan del follaje dejando muescas sobre todo en brotes nuevos y las larvas se alimentan de raicillas, afectando la parte subterránea de las plantas. Sin embargo, los adultos pueden poner los huevos bajo los sépalos de los frutos (Figura 5) y cuando éstos son detectados en la fruta de exportación origina su rechazo, por su condición de plaga cuarentenaria.
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Estrategia de manejo
Debido a su comportamiento y biología, el manejo del capachito de los frutales es similar al del burrito de la vid. Contempla herramientas tales como: monitoreo, manejo cultural, control biológico y control químico.
Monitoreo
El monitoreo debe realizarse permanentemente, con una frecuencia mensual, la que debe intensificarse en el caso de capachito de los frutales a inicios del verano, pasando a ser quincenal desde ese momento. La presencia de adultos se realiza mediante el golpeo del follaje sobre plástico (Figura 6) y la búsqueda de larvas por medio de calicatas, en este caso de dimensiones de 20 cm de largo, ancho y profundidad (Figura 7).
Control cultural
- Eliminación de frutos remanentes.
- Levantamiento de faldas en las plantas.
- Eliminación de chupones que brotan desde el portainjerto.
- Control de malezas cercanas a los árboles.
Con el fin de que estos insectos exclusivamente caminadores alcancen la canopia de los árboles, estas labores deben realizarse previo a la emergencia de adultos.
Control biológico
Los formulados de hongos entomopatógenos disponibles en el mercado chileno para el control de larvas de capachito de los frutales son: Metagram AC y BioINIA Nc. La aplicación de ellos se realiza a través del riego y han mostrado mortalidad durante los primeros 30
días desde su aplicación hasta los 20 cm de profundidad. Las épocas de aplicación recomendadas son:
a) Un mes después de las emergencias de los adultos, considerando que la oviposición de hembras se inicia en este período y que la eclosión en pleno verano se alcanza en promedio en una semana.
b) Con detección de larvas, realizando calicatas de 20 cm de profundidad, de preferencia en los meses de invierno.
Control químico mediante aplicaciones foliares
Los formulados comerciales autorizados actualmente son: phosmet para naranjas, mandarinas y limones y ciantraniliprol, para naranjas, mandarinas, limones, clementinas y pomelo. Las aplicaciones se deben realizar durante el máximo de emergencia de adultos, siendo el verano la época crítica en esta especie.
La cantidad de agua y acaricida a utilizar es variable en cada huerto y depende de cuanto follaje exista por unidad de superficie. El cálculo del volumen de aplicación (VDA) estimado para caldo y acaricidas puede ser obtenido incorporando las características propias del huerto en la calculadora de VDA para el manejo de plagas en cítricos, disponible acá.
Control químico mediante instalación de barreras tóxicas
Las bandas insecticidas se recomiendan también para el manejo de capachito de los frutales. Son las mismas recomendadas para el manejo de burrito de la vid, ambas en base a bifentrin 9%. Estas pastas impregnadas deben ser aplicadas sobre banda plástica dispuesta alrededor del tronco, a 15 cm sobre el suelo (Figura 8). Se deben instalar a inicio del verano, antes de las emergencias de los capachitos adultos. Presentan un efecto residual de 90 días, siendo necesario renovarlas si la actividad de la plaga se prolonga, información recogida desde el monitoreo.
La integración de estas herramientas de manejo se presenta esquemáticamente en la Figura 9.
Nota: Mayores referencias respecto del manejo de esta plaga se pueden obtener en “Manejo de curculiónidos cuarentenarios en cítricos de exportación” de Olivares y Morán (2020).