Es un ácaro de pequeño tamaño, aplanado dorsoventralmente. La hembra mide aproximadamente 0,5 mm de longitud y su cuerpo es de forma ovalada. Es de color rojo oscuro, con manchas negras (Figura 1). El macho es de menor tamaño que la hembra y su cuerpo presenta una forma más triangular (Figura 2). Este ácaro, presenta una baja movilidad, debido al reducido tamaño de sus patas.

En su desarrollo presenta estados de huevos, larvas, ninfas y adultos. Los huevos son ovalados, brillantes y de color rojo (Figura 3). Las larvas presentan tres pares de patas y tanto ninfas como adultos poseen cuatro pares. Las ninfas presentan características similares a los adultos, teniendo un menor tamaño (Figura 4). La duración de su ciclo de vida se relaciona directamente con la temperatura, siendo más corto en épocas de altas temperaturas.

Esta es una especie endémica, la que ocasiona daños principalmente indirectos por su condición cuarentenaria. Las detecciones de estados vivos sobre la fruta son causa de rechazo en fruta destinada a la exportación (Figura 5).

Las herramientas disponibles para el manejo de plagas se pueden utilizar de forma combinada y complementaria. Las principales son: monitoreo, manejo cultural, control biológico y control químico.

Monitoreo

El monitoreo debe realizarse permanentemente, con una frecuencia mensual. Sin embargo, al detectarse la plaga debería aumentarse a una frecuencia quincenal. Se recomienda inspeccionar ramillas interiores semi lignificadas (Figura 6) y 100 frutos cercanos a ramillas interiores cuando estos ya tengan un tamaño de 2 cm.

Todas estas acciones deben implementarse obligatoriamente hasta un periodo de 90 días previo a la cosecha, con el fin de implementar alguna medida de manejo correctiva si se detectan poblaciones de la plaga.

Se debe considerar que el monitoreo es la base del manejo de las plagas, para corroborar el efecto de las acciones implementadas en cada campo.

Control cultural

- Poda. Se sugiere que material infestado con B. chilensis sea retirado de los cuarteles con cítricos.

- Eliminación de frutos remanentes.

- Eliminación de malezas cercanas a los árboles.

Control biológico

A la fecha no se reconocen controladores biológicos en poblaciones que sean capaces de controlar esta especie de ácaros.

Control químico

Existen en el mercado formulados comerciales mediante aplicaciones foliares. Estos son en base a los ingredientes activos abamectina, milbemectina, acequinocyl, fenazaquin, piridaben, spiridiclofen y fenpiroximato.

En el caso de cultivos orgánicos, los formulados autorizados por el SAG para el manejo de esta plaga son acaricidas en base a extractos vegetales de azadiractina, además de aceites minerales.

En presencia de los ácaros se sugiere realizar una aplicación posterior a la cosecha. Cobra especial relevancia la aplicación de los acaricidas sobre las ramillas lignificadas internas del árbol. Durante el desarrollo de frutos, ante la eventualidad de requerir aplicaciones de acaricidas, la oportunidad debe considerar como fecha máxima el cumplimiento de las carencias del plaguicida seleccionado.

La cantidad de agua y acaricida a utilizar es variable en cada huerto y depende de cuanto follaje exista por unidad de superficie. El cálculo del volumen de aplicación (VDA) estimado para caldo y acaricidas puede ser obtenido incorporando las características propias del huerto en la calculadora de VDA para el manejo de plagas en cítricos, disponible acá.

La integración de estas herramientas de manejo se presenta esquemáticamente en la Figura 7.